martes, 28 de abril de 2015

Por qué escribir...

Noche. Compañera de unos y enemiga de otros. Amiga propicia para la lujuria, el crimen y quizás los mejores momentos de esta realidad efímera que llamamos vida. Un respiro y por qué no, unas horas de felicidad y goce. El concierto valió la pena, sin importar la ausencia de la reina del ajedrez, fueron unas 6 horas llenas de adrenalina, baile y diversión junto a un viejo pero gran amigo. Félix el gato. 

La magia y energía de la electrónica, dubstep y electro-dance. Sumido en el trance de la música y una mezcla de olores entre tabaco y marihuana, se piensa en todo aquello que has dejado de vivir. Tal vez podría convertirme en un chico fiestero, pero no cualquier fiesta, una donde el gusto música sea el mismo; fuera de los estúpidos estereotipos de "rumba latina" de nuestros días. Dance 4 life. 

Manejar un coche prestado, ser responsable y algo atrevido. Manejar un carro nunca había sido tan excitante y obligante a la vez. El peso de llevar 3 vidas, aún muy jóvenes, en una máquina hecha para correr. "Ahora si hágale con toda!" Sutiles pero peligrosas palabras, la luz verde que tanto se anhelaba! En cuarta velocidad y apenas a 100 km/h. Calma, mucha calma. Así lo debe sentir Toretto.

Una noche memorable. Tal vez el inicio de algo nuevo, una "vida social" junto a ese niño que viste crecer y fuiste corrompiendo poco a poco. Es bueno sentirse aceptado, y sobre todo recuperar amistades que se habían dado por dañadas, hace unos años. No por conflictos o peleas, por cosas ajenas a los involucrados. La historia de mis planes, nada es lo que es lo que quieres, así te esfuerces.

Nada es perfecto, en especial mi prosa. Es un esfuerzo por relatar detalladamente, un sentimiento pasajero. Sin importar lo vivido, persiste un dolor y una agonía al levantarse cada día. Mi escritos "reflejan esperanza y luego ausencia de ella". ¿Qué se supone que haga? Entre las pocas cosas que me llevan a escribir, están esos breves pero sustanciosos momentos que dan un aire para continuar.

Es enfermizo y deprimente estar a solas. No porque dependa de alguien para ser feliz, o al menos eso quiero creer, total no tengo a nadie. Pero al menos al entablar una conversación, escapo a mi mismo, a mis pensamientos destructivos y mi forma de ser tan ridícula. Duele más cuando no puedes ni hablar con la única persona que te ha apoyado. La razón, sencilla, tiene novio. 




(Vídeo hecho en el concierto) 



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