viernes, 30 de enero de 2015

En el ojo del huracán

Ironías de vida. Amargos y lúgubres diálogos que cubren nuestras almas en ocasiones; luego sin pensarlo, se está soñando y delirando en fantasías llenas de alegría. Ilusión, una pequeña chispa de esperanza, algo que puede despertar alguien que tal vez ni haz conocido. Lo bello de la vida, poder conocer a alguien sin siquiera proponerlo, o en mi caso con cierta intensión. Un anhelo reprimido por mucho tiempo, no por ser alguien especial, sino por sentir que vales un poco.

Miedo.

¿Cómo se empieza una conversación sin sonar atrevido? ¿Qué digo?  La típica e inocente: " Y... tu que estudias?" Una simple frase que abre las puertas a una charla, y quizás, a una amistad. De la nada una respuesta, que lleva a un tímido pero agradable cruce de palabras. El análogo de tantos años de soledad, por fin se estaba haciendo notar. 

Nervios.

Un nuevo día, otra mirada, la oportunidad para hacer que las cosas funcionen. ¿Cómo debo continuar? Sólo fue una charla; la duda de que debes y que puedes hacer ahora. ¿Podría sentarme a su lado? La excusa perfecta, un libro, un juego, otra charla. Algo más ameno y confianzudo, la sensación de que vales algo y que tal vez pudiste haber conseguido a quien le interesas un poco.

Esperanza.

Saludos inesperados, gestos, una conversación normal. El anhelo cumplido de conseguir una amistad, alguien con quien pasar el tiempo, risas, compartir una mirada. La dicha de ser aceptado, pretender que existes, ser tu mismo, gozar de cada segundo de compañía y encontrarle un sentido a la vida. Tal vez es una fiesta por nada, una celebración por algo demasiado normal para otros, pero algo de luz entre tanta oscuridad, le da alegría al más pobre de los infelices. 

Somos seres inherentes a la vida en sociedad, para unos sencilla, para otros no tanto. La búsqueda por ser alguien continúa, no soy nadie, pero tal vez sea el tiempo de comenzar a existir...



miércoles, 21 de enero de 2015

PHD en soledad

Un sentimiento vacío, hueco y de impotencia que se disfraza en forma de una necesidad. Para muchos la vida universitaria es un gran salto hacia el futuro, más que todo por el entorno social que ésta puede brindar. Primero está el estudio, pero de entre los "bonos" que ofrece un plantel educativo cómo la universidad, una vida social es el mejor de ellos. El hecho no implica descuidar esa carrera por la que muchos aspiran graduarse del colegio, nada más ser sociable, conseguir algunos amigos y por qué no, a la persona con quien pasarías el resto de tu existencia.

La tarea, por darle un reconocimiento más subjetivo, de ser un individuo sociable, es sencilla para la mayoría de las personas El ruido que generan tus pensamientos de soledad es algo que te acompaña a cada instante. No hay frustración mayor para una persona, que la de no encajar en un sitio tan lleno de oportunidades para conocer gente. Un vacío, un sentimiento de impotencia, ira y amargura al darse cuenta que luego de año y medio no eres capaz ni de tener una amiga. 

Y... ¿Por qué tanta angustia? Nadie ha dicho alguna vez que es indispensable la compañía de otros, en el sentido de que sin cierta persona no se pueda vivir más; pero llega la desesperación diaria de darte cuenta de que en 19 años de tu miserable existencia, jamás has tenido la oportunidad de compartir si quiera, una amistad con una persona del otro sexo.

No bastaba con haber pertenecido a un arcaica y obsoleta escuela de sólo hombres, la vida y el entorno social nunca fueron mis amigos. Lo anterior no implica que no haya amigos, existen y son aquellos que muchas veces han evitado depresiones mayores. Algo tan inocente e infantil cómo entablar una conversación con una chica, es similar a pedirle hoy en día a Bruce Willis que se peine. Exagero un poco, pero ser yo mismo no funciona con las mujeres. 

Ser tímido y un chico tipo "Old School" no está de moda. Los días en la universidad pasan sin ningún sentido, aparte claro, de aquel de querer estudiar. La antipatía de la gente, grupos de amigos, parejas caminando por ahí... envidia y tristeza me abarca al verles. 

Los intentos se han hecho, el que persevera alcanza. Supongo que no soy uno de los favorecidos por ese dicho. Siempre existirá alguien mejor y claro con mayor experiencia, que te hará sentir como el pobre e infeliz hongo que eres. No es suficiente con ser amable y buena gente para nadie, total no soy nadie...




lunes, 12 de enero de 2015

Prefacio de un viaje

Una sombra, una luz, cualquier cosa que pueda servir de inspiración. ¿Qué motiva a una persona a escribir? Es una pregunta que incluso hoy en día se hacen muchos novelistas y premios Nobel de literatura... No hay una respuesta clara o incluso no creo que exista; a lo mejor es un práctica tan antigua o incluso innata en la humanidad que nos remonta a los remotos escritos de la "madre" Mesopotamia. 

Es curioso plantearse esta cuestión a la hora de crear un espacio dirigido a la escritura. No es sencillo encontrar inspiración para escribir, o incluso, el mero arte de la escritura no se le facilita a todo el mundo. Entonces, ¿Por qué escribir? A modo muy personal, siento que es de las formas más bellas que tiene el ser humano para expresarse. Soy consiente de la existencia de medios incluso más sutiles, o por qué no, más delicados de expresión: una mirada, una sonrisa, un simple suspiro o incluso la mas leve de las sensaciones asociadas al amor; pero a pesar de ello, creo y con un tanto de ego, que mi especialidad es la escritura.

No soy alguien que se expresa muy bien frente a otras personas, tal vez por pena o a lo mejor simplemente soy así. Desde muy pequeño me gustaba escribir historias sobre cosas que soñaba, algo que vi en la televisión o simplemente una idea que tenía al jugar con mis juguetes. Escribir, así como dibujar es una de las pocas habilidades que tengo como persona. Sinceramente amo dibujar, aunque sólo lo haga cuando estoy muy feliz, o conozca alguien que valga la pena cómo para dedicarle uno de mis trabajos. Sentarme a escribir por su parte, es algo que disfruto, pero luego de la época de la niñez, era algo que sólo hacia con fines académicos.

La iniciativa de escribir por gusto la despertó en mi una persona muy especial. Como mencionaba anteriormente, la escritura es una de las formas mas hermosas de expresión humana; al ser una persona con tantas, por decirlo de algún modo, curiosidades y por su puesto dificultades en su vida, no ha manera de sufrimiento, sino de situaciones que hacen sentirte con un complejo de inferioridad y tristeza crónica, en la escritura y gracias a esa persona, he podido encontrar un espacio de desahogo y libre expresión. 

Escribir a tu gusto por primera vez, no es sencillo. No digo que jamas lo allá hecho, me contradiría yo mismo. Simplemente quiero dejar en claro que el mundo de la escritura pública y con motivos de desahogar el alma, es totalmente nuevo y desconocido para mi.

Quise hacer esta primera entrada cómo algo introductorio, no algo fastidioso en forma de una descripción de mi persona o la historia de mi vida. Algo sencillo, un pequeño soliloquio del significado de la escritura, el por qué me gusta escribir y la inspiración que me dio el valor para crear un espacio tan diverso y lleno de posibilidades como este. Bienvenidos a mis Memorias Prohibidas.